¿Qué es lo que te vas a encontrar en este blog?
En este blog encontrarás las entrevistas realizadas a personas mayores de 80 años sobre las relaciones personales durante los años 30 y 40 en España, sus impresiones, sus vivencias y sus opiniones. Resultado de muchas horas de buenas conversaciones, de muchas horas con personas que tienen mucho que decir y que crecieron en España durante los peores años de la historia reciente de este país: los años del hambre.
Los relatos se centran en las relaciones personales entre hombres y mujeres: como crecieron, cómo fueron educados, cómo pensaban, cómo se sentían y cómo se conocieron. Aunque no descarto encararme con otras historias si aparecen.
Todas las historias son reales, contadas de primera mano por sus protagonistas. En ellas entremezclo sus propios comentarios con los diálogos que ellos mismos me proporcionan y mis reflexiones personales. Algunos tienen su nombre real, otros son nombres ficticios elegidos en honor a otras personas, otros libros u otros personajes, pero todos son tratados con el mismo cariño y afecto que ellos me profesan en cada momento que me dedican.
Algo más de información:
Este proyecto apareció una tarde tras la lectura, (por tercera vez) del libro de Carmen Martín Gaite, que hablando con mis abuelos me desmontaron completamente. Agradecerle a ellos, a mi abuela Eusebia y a mi abuelo Florencio, que sin saberlo me dieran la idea de recopilar todas sus historias.
El título – Abuelo cuéntame otra vez – hace referencia a una de las canciones más importantes de la discografía de Ismael Serrano, publicada en 1997: Papá cuéntame otra vez. Una canción que ha tenido muchísimas reflexiones a lo largo de muchos años y que aquí os incluyo:
Desde aquí me gustaría agradecer de forma personal a todos los que aceptaron reunirse conmigo, a los que me leerán y a los que no. Dar las gracias por dedicarme su tiempo y el esfuerzo de aguantarme toda una tarde con mis incesantes preguntas. Agradecer también a las familias, que me ayudaron a organizar las entrevistas, me abrieron sus casas y su entera disposición. A todos los amigos que me brindaron la posibilidad de encontrarme con sus abuelos y que confiaron en mi, por compartirlo y por leerlo con tanto entusiasmo y cariño como yo lo escribo.
“Papá cuéntame otra vez ese cuento tan bonito
de gendarmes y fascistas, y estudiantes con flequillo,
y dulce guerrilla urbana en pantalones de campana,
y canciones de los Rolling, y niñas en minifalda».